Blanco y negro en un elegante apartamento escandinavo

Un precioso apartamento  totalmente blanco, luminoso y en donde los únicos matices de color se los aporta justamente su opuesto, el color negro.

Esta maravilla de vivienda está localizada en un edificio de principios de siglo XX, en Gotemburgo. El aspecto señorial y ese aire sofisticado que apreciamos en la vivienda se debe, en gran parte, a que se han conservado bastantes características originales del edificio, como el estuco, los medallones del techo o la tarima de madera original.

La distribución de los muebles es de los más serena y con ella se busca confort y funcionalidad. Además, gracias a los ventanales que la casa tiene en casi todas las estancias, se han podido conseguir espacios muy útiles en donde la luz es la máxima protagonista, por ejemplo el rincón de desayunos de la cocina, que queda totalmente integrado y arropado por las tres ventanas que lo rodean, en el salón por ejemplo, toda la distribución gira en torno al balcón, lo que genera una sensación de continuidad y de amplitud en la habitación, en la sala de estar se ha aprovechada el espacio de la ventana para crear un acogedor rincón de lectura y en los dormitorios, igualmente, se han aprovechado los huecos de las ventanas al máximos, diseñando pequeños espacios de trabajo y aprovechando para colocar detalles y accesorios decorativos como las plantas, que siempre aportan frescor y vitalidad en los hogares.

Esta encantadora casa es ejemplo de cómo sobre un lienzo blanco se puede diseñar un hogar lleno de paz y relax y cómo un color tan intenso como el negro puede ser el responsable de esa serenidad y esa elegancia eran características de esta vivienda.