El velvet es el tejido por excelencia para la próxima temporada. Lo fue la pasada y lo va a seguir siendo en las que vienen. Si nos habíamos acostumbrado a encontrarlo en ropa, zapatos, bolsos o cinturones, ahora tenemos que acostumbrarnos a verlo en sofás, sillas o cortinas pues el terciopelo se convierte en uno de los protagonistas oficiales del diseño de interiores. Siendo un tejido sofisticado, elegante, delicado y tan suave, no nos parece para nada mala opción. Todo lo contrario: nos encanta. Si todavía no has sucumbido a él, ¡sigue leyendo!

El velvet fue, durante siglos, un tejido reservado para la nobleza. Su origen oriental y su fabricación artesana lo encarecían. Por suerte, nuevos procesos de fabricación y tejidos complementarios lo hicieron más accesible. Hoy, sus múltiples versiones (natural, sintético, de algodón, rayón, nylon…) permiten que todos podamos llevarnos un trocito de él a nuestras casas. Y así lo estamos haciendo.

Utilizar terciopelo en nuestra decoración significa inyectar a nuestra estancia un toque de lujo, distinción, suntuosidad y mucha, mucha elegancia. Es lo que el brillo y delicadeza de su tela nos transmiten. Por otro lado, la comodidad y suavidad de su tacto ponen el punto de calidez, suavidad y confort al ambiente. Decorar con velvet significa también no temer al color, pues los tonos azules, verdosos y los rosas son sus preferidos.

¿Te hemos convencido un poco más? Si sigues dudando sobre el velvet seguramente se deba a que en el imaginario común es un tejido propio del estilo retro, ecléctico, vintage y muy señorial. Quizás tu cabeza no ubica un sillón velvet en un salón de estilo nórdico o industrial. Si es así, tu cabeza está equivocada pues el uso del terciopelo ha dado un cambio tan grande que ahora se mimetiza en cualquier ambiente, y el contraste de estilos se convierte en la clave de esta tendencia. El secreto está en saber introducir la dosis perfecta a una estancia. ¿Cómo? A continuación te damos nuestras recomendaciones:

#1. Sofás y sillones.

Un sofá tapizado en terciopelo verde esmeralda o azul marino en mitad de tu salón tiene todas las papeletas para convertirse en el gran protagonista. Si eres de los que temen pasarse con el velvet, este es un buen modo de dar un toque a esta habitación en la que tanto tiempo pasamos. Si quieres un look más sofisticado, te recomendamos incluir cojines velvet del mismo color. Si quieres crear contraste, escógelos de estampados o diferentes colores. Y, si un sofá te parece demasiado, ¿qué tal con un par de sillones?

Sofá Rox

#2. Sillas.

Otra de nuestras grandes apuestas son las sillas. La silla de tu escritorio, la de tu rincón de lectura o, para los más atrevidos, las sillas de la mesa de comedor, se pueden convertir en elementos especiales y claves de tu decoración. Y, además, de lo más cómodas.

Silla Beat

#3. Cabecero.

Nuestro dormitorio es una de las partes más especiales de nuestra casa. ¿Por qué no atrevernos con el velvet en esta habitación? Un cabecero tapizado en velvet combinado por, ejemplo, con capitoné inyectará un toque de elegancia y glamour que encaja a la perfección con estilos decorativos como el nórdico o el vintage.

#5. Textiles.

Si todavía no habéis tenido el gusto de probarlo, os tenemos que contar que tumbarse sobre mullidos y suaves cojines velvet es una auténtica gozada. Como también lo es taparse con mantas y plaids de este tejido. ¿A qué esperas para adoptar unos cuantos para tu hogar?

Funda cojín velvet

Cojín velvet

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