La luz artificial para el hogar es siempre necesaria. Viste, completa y eleva el nivel de la decoración. Potencia, durante el día, la luz natural. Y, hasta que desarrollemos visión nocturna, la necesitamos para ver cuando el sol se va. Estamos de acuerdo, entonces, que la necesitamos, ¿verdad? Dado que esto es así, aprovechemos el hecho de que jugamos con un elemento decorativo más y busquemos cómo introducirlo de la manera más atractiva en nuestro hogar. Hoy, os traemos una recomendación y, para algunos, quizás un descubrimiento. ¿Sabías el potencial que tienen las lámparas de arco y lo prácticas y funcionales que son? Si la respuesta es no, ¡sigue leyendo!

 

Pero antes, un poco de historia

A pesar de que ahora las podemos encontrar fácilmente y en una gran variedad de materiales (y precios), en sus orígenes fue un producto exclusivo y muy caro. Se remonta a los años 60 y quienes le dieron vida, los arquitectos milaneses Achille y Pier Giacomo Castiglioni, buscaban crear un artículo revolucionario en el mundo de la iluminación. Sus intenciones eran crear una lámpara de pie que pudiese iluminar una mesa como lo haría una de techo (proyectando la luz desde arriba), que no molestase a los comensales y que ofreciera la comodidad de no estar anclada a un sitio, sino que pudiera ser movida con facilidad. Y, ¿por qué te contamos todo esto? Porque cumplieron sus intenciones y en ellas reside la funcionalidad de estas lámparas de pie.

 

¿Qué pueden aportar a una habitación?

En primer lugar, completan la decoración de cualquier habitación. Si se introduce correctamente y en equilibrio con el resto de elementos, lo que conseguirás será todo un lookazo. La rareza y peculiaridad de las lámparas de arco las hacen bellas de por sí y a una estancia le aportan un look sofisticado, imponente, personal y original. Si una lámpara de pie corriente ya resulta, por su tamaño y verticalidad, atractiva y atrayente para todas las miradas, una lámpara de arco todavía más. En cuanto al estilo, existen tantos modelos, colores y formas que se adaptan a cualquiera, ya sea el más minimalista o el más bohemio.

Por otro lado, aportan mucha luz ocupando poco espacio. Teniendo en cuenta unas cuantas medidas (nos ocupamos de esto más abajo), podrás colocar una de estas lámparas en cualquier habitación. Si tienes espacio suficiente, te recomendamos colocar una bien grande. De este modo, te asegurarás tener toda la luz que necesitas para apañarte, pues sustituirá a la perfección la función de una lámpara colgante o de techo. La mayoría te permite ya regular su luz, por lo que las podrás adaptar a cualquier situación, tanto si la quieres usar de ambiente, de manera puntual o como fondo.

 

¿Qué debes tener en cuenta antes de elegir tu modelo?

Las lámparas de arco no ocupan mucho espacio pero si la habitación en la que deseas poner una tiene techos bajitos quizás no es la lámpara adecuada.

- Mide la altura a la que se encuentra el techo del suelo y lo que abarca la curva de la lámpara, para que no choquen.

- Mide la caída que, aproximadamente, deberá tener (es decir, hasta dónde deberá llegar el extremo) para que nadie pueda golpearse en él.

- Mide el tamaño máximo que deberá tener la base, puesto que éstas si que suelen ser más grandes (piensa que han de soportar el peso de la estructura). 

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