Casa Lola: belleza en la imperfección y exclusividad de lo artesanal

Preparad vuestros bikinis y bañadores, coged una toalla, unas gafas y un buen sobrero porque hoy viajamos a la ciudad de Trancoso, en Brasil, famosa por sus playas blancas, piscinas naturales y arrecifes. Allí hemos encontrado Casa Lola, una espectacular casita que recibe ese nombre en honor a la pequeña de la familia, hija de una norteamericana y un holandés que han demostrado, de sobra, su buen gusto.

Unos días de vacaciones en la ciudad fueron suficientes para que los tres cayeran completamente enamorados de ella y decidieran que sería ahí, rodeados de paradisíacas playas y naturaleza tropical donde a partir de ese momento se escaparían del ajetreo y rutina de Nueva York, ciudad en la que viven. Su fachada ya nos sugiere muchas cosas… ¡Pasemos a verla!

Quienes viven en la zona, confían en los artesanos locales la tarea de impregnar sus casas del estilo de vida autóctono. Los dueños de Casa Lola no iban a ser menos. Esta casa nos hace sentir la belleza de la imperfección, del trabajo hecho a mano. Cada pieza fabricada es única. Imperfecta pero a la vez perfecta. Fijaos, por ejemplo, en las maderas, el protagonismo que tienen y cómo están trabajadas. Si a ello sumamos los objetos y complementos vintage que han sido rescatados de mercados de diferentes partes del mundo, el resultado es exquisito. Cada detalle está elegido muy cuidadosamente. Alucinad con la espectacular bañera y la ducha hecha con un tronco.

La casa contaba con un área pero se quiso construir una nueva. El resultado fue una dedicada a las suites principales y otra a las estancias comunes y zona de servicio. Lo que separa a ambas es una terracita con una preciosa piscina. Las dos áreas están completamente abiertas al exterior gracias a sus ventanales. ¿A quién no le gustaría asomarse a la venta y tener estas vistas?

La madera envejecida, la cerámica, el suelo y muebles de cemento quemado marcan el estilo tradicional y rústico de la casa. Los colores tierra lo impregnan todo, aportando tranquilidad y serenidad. Unos toques étnicos aportan algo de color color y dan un aire boho que nos encanta. La simplicidad en la decoración convierten esta casa en un lugar elegante. Casa Lola se lleva un 10. ¿Cuánto os gustaría pasar unos días de retiro entre sus paredes?