No sé que me encanta más de este apartamento minimalista y blanco casi intacto, si su maravillosa cocina americana, llena de gavetas en donde todo está almacenado para que no quede nada a la vista y así mantener esa armonía que se siente en toda la vivienda o quizá la acogedora sala de estar, o las impresionantes vistas que hay a través de sus grandes ventanales, o los taburetes de la barra de la cocina, elegidos en el más intenso de los rojos, para romper con el 'total white' del resto de estancias… O puede que su exclusiva azotea en donde, por lo que se ve, los inquilinos saben cómo sacarla buen partido.

Y es que este apartamento blanco es un auténtico tesoro, es sofisticado, es sereno, tiene unos techos altos con vigas vistas acabadas también en blanco, que lo hacen aún más especial y dispone de todo lo necesario para vivir con comodidad y tranquilidad, como el dormitorio, el vestidor independiente y un completo cuarto de baño.

Un hogar, sin duda, digno de gente con clase.

Vía.

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