A este maravilloso apartamento solo le faltan unos metros de más para ser perfecto. Una vivienda totalmente restaurada que mantiene todo el encanto del edificio señorial en que se encuentra y en donde el diseño y el buen gusto han sabido resaltar lo mejor de la casa.

No es un apartamento especialmente luminoso en todas las estancias pero los colores elegidos para la decoración potencian la claridad que entra por las principales ventanas, como en la cocina, en donde destaca la coqueta cocina de color gris combinada con el blanco del resto de armarios, paredes y techo, la bonita y delicada encimera de mármol y el contraste perfecto con la acogedora zona de comedor confeccionada por un banco en la pared, que aporta servicio y calidez y por el conjunto de mesa y sillas de estilo rústico.

El salón también llama la atención, a pesar de ser sencillo y de tener los muebles justos, los detalles son muy especiales y marcan la diferencia. Sin duda el busto sobre el aparador y el gramófono vintage captan toda la atención, pero no son los únicos elementos llamativos. El papel de la pared es otro de los protagonistas de este encantador hogar, que aún siendo atrevido por el estampado de cuadros elegido, su tonalidad blanca mantiene esa atmósfera serena y tranquila que se respira en toda la casa. La estantería industrial convertida en mini escritorio gracias a la lámpara de mesa y al taburete, los recortes de revista y los colores escogidos que son tendencia actualmente, como el verde militar de la butaca o los detalles en tonos pastel para los textiles del sofá-cama.

Un conjunto de detalles originales y diferentes que combinados crean un espacio con mucha clase.

Vía.

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