Este mini apartamento de 51 metros cuadrados deja claro que el tamaño no determina el estilo ni la belleza de un espacio. Miremos por donde miremos en este precioso apartamento de Gotemburgo encontramos un espacio lleno de luz y buen gusto.

Detalles boho y un aire escandinavo muy minimalista que contrasta con colores tan intensos como el azul marino y el negro, que lo vemos en las paredes del dormitorio, Algunos de los muebles más representativos de la casa también son los responsables de este contraste que rompe la monotonía del blanco puro que se aprecia en toda la casa, como la cómoda del dormitorio y la  que es, sin duda, la joya de la corona, la doble puerta de madera que separa la sala de estar del dormitorio, un portalón doble acabado en azul oscuro, de efecto envejecido, que aporta un aire rústico y confortable a la vivienda.

La tarima de madera que combina un gris claro y un negro para la cocina, para contrastar con el blanco escogido para su decoración. La zona de comedor es típica escandinava, con un mix de sillas de estilos diferentes y junto a grandes ventanas, en el techo una lámpara de inspiración industrial… Detalles nórdicos como el perchero diseñado con una simple barra de madera y un par de cinturones de piel e incluso un un pequeño rincón de lectura acogedor y de lo más elegante en frente del sofá.

Un apartamento coqueto, muy bien aprovechado y con detalles que lo hacen totalmente único.

Vía.

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